Corriendo por el filo de la Navaja

Para iniciar mi andadura en esto del blog, me gustaría hablar sobre una película que, desde mi punto de vista, ha sido a la vez encumbrada y despreciada a partes iguales, y, para mí, es de lo mejor que puede emitir una pantalla.

Y es que en 1982 el señor Ridley Scott presentó este film al gran público, dejando atrás todos los problemas que supuso su rodaje, sacando distintas ediciones en 1990 y la última en 2001 (la preferida del director, y la mía también).

Mucho ha llovido desde entonces, y más aún desde que Philip K. Dick nos hiciese soñar con ovejas eléctricas, y parece que esa lluvia ha borrado las huellas que dejó este gran título, como si se cumpliera la profecía que un androide hizo "...Todos esos momentos se perderán como lágrimas en la lluvia".

Esta cinta  transporta al público a una futura Los Ángeles como nunca antes se había concebido, donde unos androides, denominados Nexus 6 (Nada que ver con un nuevo dispositivo de Google), andan sueltos de manera ilegal, por lo que una unidad especial de la policía (los Blade Runner) tendrán que dar con ellos y "retirarlos".

Dejando a un lado los temas puramente técnicos, considero que el film es una adaptación sobresaliente al libro "¿Sueñan los androides con ovejas electricas?". No tanto en el guión, pero sí en el sentimiento que se transmite.
Es una película oscura, lenta, y con melodías suaves, hechos que provocan que mucha gente se quede dormida viéndola, y, por tanto, sea juzgada como una película nefasta.

Nada más lejos de la realidad.

• En la oscuridad,se presentan los bajos fondos de Los Ángeles iluminados con neones de colores y poblados por una sociedad multicultural, con una estética cyberpunk que, tal vez hoy, no nos resulte tan extraña. 

• Con la lentitud, el director ofrece al espectador la posibilidad de pensar, de que se genere sus propias ideas acerca de los temas que surgen a lo largo de la película y que recapacite. Gracias a esto, durante 20 años los foros de internet estuvieron llenos de elucubraciones y de teorías conspiratorias sobre lo acontecido esta película.

• La melodía corrió a cargo del compositor griego Vangelis, y no podría ser más acertada. Sin duda, era la música que la estética creada por Ridley Scott necesitaba. Y la unión de todo ello es algo maravilloso.
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Blade Runner es una película que necesita ser vista varias veces. No porque sea difícil de entender, sino por todo lo que se oculta en ella. La primera vez puede que nos deje un tanto indiferentes, pero poco a poco el espectador irá descubriendo el mundo mágico que se creó expresamente para él.

Me gustaría despedir esta entrada  insistiendo por última vez en que le deis una oportunidad a esta película los que aún no la conozcáis, y que le deis otra más aquellos que ya la habéis visto. 

Y recordad, preparaos para ver cosas que no creeríais, ya que, como dijo el propio Philip K. Dick mientras se hacía, "[Blade Runner] cambiará la manera de ver las películas".

Un saludo.